Clic Clac... el retrato lingüístico de una FOTOMAESTRA.

…mi retrato lingüístico para el día Internacional de las Lenguas…

… este nuevo reto de "retratarme", viene de la mano de la propuesta de Mercedes…

... y animada por mis amigos Adela, José Blas...

MEP, son las tres letras de mi nombre y mi primer apellido. Con ellas me gustaba escribir mi nombre en las "pastas" de las antiguas libretas. Cuando mi familia, mis amigos, mis compañeros... lo pronuncian,  me gusta. Tiene sonoridad. Nadie lo pronuncia de la misma forma. Algunos me dicen el nombre completo, María Eugenia, otros, Mariugenia. A veces, lo acortan algo más y se queda en Mariu... Y que decir de cómo me llaman mis alumnos, con sus maravillosas dificultades de pronunciación: Menegenia, Ugenia, arugenia, Egenia, Marugenia…. Me encanta. Soy feliz cuando lo escucho pronunciar en andaluz, en catalán, en castellano, con el tono gallego, con el vasco, en francés, en inglés, en portugués o en alemán...  Tengo la suerte de tener grandes amigos/as repartidos por el mundo y de disfrutar con su cariño.

Es maravillosa la Diversidad de las Lenguas.

Mi segundo apellido es Cáceres. Casi nunca lo utilizo de forma pública  y digo casi, porque hoy ya lo estoy haciendo. Me gusta tenerlo en  mi esfera privada. Es un gran honor tener el apellido de mi querida madre Manuela.  

Soy almonteña y onubense. Me siento del Sur. Mi tierra es Almonte, El Rocio, Matalascañas y Doñana. Nací con la salida del sol, el cuarenta de mayo del último año de la década de los cincuenta. Mirar, sonreír, comunicarme y colaborar intentando ayudar  a los demás, siempre formó parte de mi vida.

Soy extrovertida y tímida, aunque con el tiempo, esa timidez está bastante superada. No es habitual este binomio. Tal vez la extroversión, haya sido la culpable de la superación de la timidez.

Desde mi más tierna infancia, como me cuenta mi madre y como yo ahora me estoy atreviendo a contar en mi blog,  siempre he sido, soy y seré MAESTRA.

El lenguaje de la creatividad...

...puedo decir que es una constante en mi vida a lo largo de las distintas etapas. Me gusta crear. Es como el oxígeno que respiro cada día. De pequeña diseñaba y creaba vestidos para las muñecas y dibujaba, dibujaba...

En los primeros años de mi infancia, no era fácil tener folios y “papeles” en los que dibujar. Así que empecé a hacer dibujos, en todos los papeles que caían en mis manos. Hace poco encontré uno de los que conservo con mucha nostalgia. Está dibujado en el dorso de una "quiniela", en la que está escrito, con su maravillosa letra, el nombre de mi querido tío Pepe. De esa época y de la década de los setenta, tengo una buena colección de dibujos. Casi todos son monocolor y realizados en lápiz, bolígrafo azul o negro.

En los ochenta, el lenguaje creativo venía de la mano de los colores y la acuarela fue la protagonista. Me gustaba sentarme a la luz de la ventana con mi caballete y pintar durante horas. Unas pinturas muy particulares. A mucha gente les gustaba y regalé bastantes. Algunas hasta participaron en exposiciones.

Un buen día, finalizando los años setenta,  mi novio me regaló mi primera cámara de fotos, que aún conservo como un tesoro. En esa época no tenía ni idea de cómo hacer fotos y no me salían bien; cortaba las cabezas, las imágenes estaban oscuras, etc

Al principio de los noventa, un problema de salud me mantuvo alejada del colegio seis meses. Algo tenía que hacer porque echaba muchísimo de menos estar con los chicos en el cole. Me apunté a un taller de fotografía que realizaba el Ayuntamiento. Ahí empezó una nueva fase de mi lenguaje creativo. Descubrí mi pasión por la fotografía y empecé a aprender la técnica fotográfica, pero sobre todo, aprendí a dejar que mi alma sintiera, mientras mi dedo apretaba el disparador. La fotografía había llegado a mi vida para quedarse y para descubrirme como a través de ella, veo y siento:

LA VIDA, MI VIDA Y MI VIDA DE MAESTRA.

Crear era y es una necesidad. Los dibujos, las pinturas, las fotografías...siempre han formado parte de mí y de mi privacidad.  Pero...hace ya mucho tiempo que descubrí, que había bastantes personas a las que les gustaban mis pinturas, que disfrutaban con mis fotografías y se interesaban cuando me escuchaban  hablar de mis aventuras como maestra, a lo largo del tiempo.

Y fue precisamente ese descubrimiento, el que hizo cambiar de idea. Con mucho rubor, me atreví a aceptar las propuestas para exponer mis pinturas, fotografías, escribir y compartir sentimientos y vivencias como maestra, en distintos blogs... Ahora lo tengo muy claro. Si sólo una persona es feliz viendo una pintura, una foto, o leyendo algunos párrafos escritos... para mí, es muy importante y merece la pena compartirlo.

Y hoy, con alegría... comparto este íntimo y pequeño retrato...

…diseño, dibujo, pintura, foto…

...son sólo distintas formas que conforman 
mi lenguaje creativo...

Fotografías. Mª Eugenia Pérez.