Nací años ha en"La Ciudad del Paraíso" (Vicente Aleixandre), Málaga.
Nací llorando y seguí llorando hasta desesperar a mis padres que consolaban mi llanto arrullándome con nanas como esta :
"Esta niña chiquita no tiene cuna,
su padre es carpintero
y le hará una"
Y del llanto pasé a las palabras, a gozar del don de la lengua, y esto lo sé ,porque mi madre me decía, "Hija, naciste hablando" no paras. y cierto debía ser porque soy una enamorada de las palabras, de las lenguas.
Mi infancia son recuerdos de un barrio popular y humilde, donde los "chaveas", porque en Málaga somos chaveas y no chiquillos, jugábamos en la calle al "tizo" (Rayuela), y nos "Chorrábamos" por "la chorraera" que no nos delizábamos por un tobogán.
Y los grupos de amiguitos teníamos "achuchaera" relaciones fuertes que a veces acababan en un "explotío" por una "chuminá" ( enfado por una tontería)
Mientras por las calles pasaban los pregoneros con sus productos "A la rica cañaú", "Niña, el pescaero, vivito y coleando", "gordo y reondo los llevo", se refería a los chumbos.
Y cuando salía y mi madre preguntaba a dónde, yo iba "Ancá de..." eso sí, cuando me llamaba yo no llegaba rápidamente sino " A to meté"...
Esa lengua popular quedó olvidada cuando llegué al instituto. Y allí conocí el gozo de descubrir la belleza del castellano y mis primeros rudimentos del francés, lengua que me apasionada aprender para leer un día a mi admirado Proust en su lengua.
Nacer en Málaga condiciona tu actitud antes la diversas lenguas que se hablan por el mundo.
Mientras en el resto de España seguía un panorama gris e insípido de los últimos años del franquismo, donde solo se oía el castellano (en público), en nuestras calles y costas gozábamos de una babel de lengua.
¡Cómo disfrutaba yo con amigas en las playas de Torremolinos, mi querida Carihuela, en Fuengirola... jugando a adivinar de qué países eran aquellas jóvenes de cuerpos gloriosos en biquini (qué envidia nos daba su libertad) a través de sus palabras.
Hur mâr du? Vad heter du? Altas rubias suecas.
Danke gut, sehr angenehm, Bitte Los alemanes abundaban y los ingleses y franceses y muchos más de otros países de Europa.
Y allí que pegábamos el oído para entender algo de lo que decían en inglés o francés porque las demás lenguas eran arcanos indescifrables para nosotras.
A finales de los ochenta me fui a vivir durante cuatro años a Granada, maravillosa experiencia, por el cambio de ambiente y de estilo de ciudad. Granada tiene "charmé" Hoy mis mejores amigas son de aquella época.
Y por supuesto también me empapé del habla granaína y descubrí que no toda su gente tiene "mala follá" y que son generosos a pesar del "chavico".
y palabras como "cuchi", "apollardao y sus variantes de "pollas en vinagre" (curiosa expresión que se usa en mil combinaciones distintas )
Y sobretodo aún hoy uso "Regomello" cuando algo me da pesar o remordimiento
Hoy en día, cuando paseo por mi ciudad, la riqueza y variedad de culturas y lenguas que hay en sus calles y plazas, que conviven disfrutando de la tibieza del clima y del alma hospitalaria de esta ciudad, me hincha de felicidad. Y sigo jugando, ahora yo sola, a adivinar de que país proceden según el sonido de sus palabras.
Ya lo dije antes, nacer en una ciudad abierta y marítima te dota de una actitud acogedora a todas las lenguas del mundo.
Y no podía ser de otro modo, si nací en un cruce de pueblos, en un crisol de culturas desde la más remota antigüedad: cartagineses, fenicios, romanos, árabes, judíos, castellanos,han dejado su impronta, sus palabras y raíces en estas tierras.
Y como la vida es tan irónica ella, y gasta bromas divertidas si estás atenta, resulta que esta pasión mía por diccionarios de lenguas, por conocer otros hablas me ha dado un premio gordo.
Mi hijo mayor, uno de tantos que se fueron allende nuestras fronteras, a regalar a otros países su inteligencia y profesión me ha dado una preciosa nuera polaca.
Así que ahora disfruto oyéndolos en casa hablar perfectamente la lengua de Shakespeare, (un andaluz y una polaca) mientras yo sigo pegando el oído y chapurreando las frases que sé decir, mientras empiezo a conocer palabras en polaco, la nueva lengua que ha ingresado por la puerta grande en mi vida.
Estas son las razones por las que he aceptado el reto de Mercedes, de hacer mi autorretrato lingüístico
para el Día de las lenguas y porque a ella es difícil negarle nada.
Benditas lenguas diversas, palabras sonoras que nos permiten expresar nuestras emociones, sentimientos, y pensamientos.
Riqueza universal del ser humano
Ana Cid
@anam_cid
Bravo, bravo y bravo, Anita. ¿Y encima te resistías a contarnos tu historia lingüistica? Es apasionante descubrir cómo nos marcan las palabras, cómo las expresiones permanecen a lo largo del tiempo y cómo el acento nos pone un sello indeleble que desvela nuestro origen allá donde vayamos. Enhorabuena, Anita.
ResponderEliminarAna, eres grande me emocionas con tus bellas palabras.
ResponderEliminarAna, eres grande me emocionas con tus bellas palabras.
ResponderEliminarAmiga...simplemente maravilloso. Hablar contigo siempre es enriquecedor y divertido, leerte es una delicia. Mil besos desde tierras serranas donde tenemos pendientes unos vinitos.
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