Doña Díriga se va creando a través de los ojos, historias, aventuras y desventuras, opiniones, lecturas, experiencias, lenguas, opciones políticas, religiosas, sexuales... de muchas de "sus chicas".
Una cena familiar en Londres...
- Tía deberías hacer un libro que se titulara Doña Díriga y sus chicas.
Tras las consiguientes risas, anécdotas y recuerdos...la idea empieza a matizar al personaje, a ese espíriti inquieto que todos llevamos dentro, a esos recuerdos que pasan como una película de época...
Aquí tenéis a Marta, una joven de las de ahora, arquitecta titulada que no encuentra trabajo porque hay crsiis, que hace un Master de Educación (de los de Bolonia) para ver si las oposiciones le dan un trabajo estable pero que mientras decide no se quedará quieta lamentando su suerte ni mirando un estupendo expediente académico que de momento no aprece haberle sido útil...
En tiempos de crisis hay que poner en cuestión algunos de los valores que se han transmitido y que no nos sirven como modelo de vida ¿no os parece?
Marta ha regalado a Valencia su titulación de valenciano por todo lo que ha recibido de esa tierra en estos años.
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